El título de este post es el nombre de un MOOC del INTEF que comenzó esta semana y que me he propuesto seguir.
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mooc.educalab.es |
La cuestión que nos plantea este curso, y que suscita el interés de un profesor de Ciencias Sociales, es: "¿Existe la necesidad de implementar un Plan de Pensamiento Computacional en las Aulas?" De esta cuestión clave se derivan una serie de cuestiones o dilemas, a los que todo aquel que se tome en serio el mundo de la educación a comienzos del siglo XXI debe enfrentarse. Abordar estas cuestiones derivadas nos ayudará a dar una respuesta a esta pregunta principal.
La primera de esas cuestiones derivadas de la principal es: "¿No son nuestros alumnos nativos digitales? ¿Para qué perder el tiempo (siempre limitado) en estas cuestiones, en lugar de reforzar otros elementos del curriculum educativo? La respuesta a esta cuestión es que está mal planteada. Nuestros alumnos no son nativos digitales, sino más bien huérfanos digitales, esto es, los responsables de su formación, padres y docentes, no poseen por lo general la suficiente competencia digital y tecnológica para asumir la necesaria formación en estos aspectos. Esto ha sido así en los últimos años. De los actores implicados depende que empiecen a cambiar las tornas, y de ahí la relevancia de este curso.
Otra cuestión que se plantea de forma implícita o explícita: "¿No es este un asunto que atañe solo a ciertas materias, como Tecnología o Matemáticas?" Si uno se detiene a comparar detenidamente la estructura del sistema educativo con la estructura del mercado laboral actual, la conclusión que sacará es que el primero ha quedado encapsulado en otro tiempo. El sistema educativo tiene una estructura autoreferenciada, sirve para resolver problemas que crea el propio sistema educativo, pero cada vez atiende menos a las necesidades del mundo más allá de las paredes de la escuela. La división deciminónica entre Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza, que sigue impregnando al actual sistema educativo, no tiene ninguna razón de ser, encorseta al curriculum de tal forma que ciertos elementos, que son más bien metodológicos, se pretenden meter con calzador en el saco de alguna materia concreta.
El pensamiento computacional, entendido como una forma analítica de intentar resolver los problemas, es algo que atañe a todas las materias, porque la índole de los problemas a resolver puede ser de cualquier tipo: un problema geográfico, un problema matemático, un problema de comunicación lingüística,...
Siguiente cuestión: "La introducción de estos contenidos como algo transversal, no desvirtúa la razón de ser de la educación, esto es, la humanización? ¿No está la robótica deshumanizando la que es la tarea más humana, más propia de nuestra especie? Vivimos en un mundo tecnológico. Soy padre, y mis hijos tienen una edad en la que empiezan a interactuar con dispositivos electrónicos. Cuando pienso en ellos y trato de imaginarme como será el futuro de mis hijos, me imagino dos escenarios diferentes: uno, que no deseo, en el que se han convertido en tecnodependientes, enganchados a unos dispositivos que no controlan, vulnerables a las amenazas de otras personas que sí saben controlar esa tecnología y que utilizan con fines poco éticos, y otro, que deseo fervientemente, en el que los dispositivos tecnológicos a su alrededor son medios que utilizan para proporcionarles bienestar sin dañar a otros. ¿Son suposiciones mías o estamos entrando en el terrenos de la Ética?
Por todo lo anterior, la respuesta a la cuestión inicial, es un Sí rotundo. Es necesario abordar la introducción del pensamiento computacional de forma transversal y como una prioridad en nuestro sistema educativo.
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